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Todos somos humanos y todos merecemos iguales derechos y respeto. |
“El tiempo cambia”. Las sociedades crecen, y poco a poco las
personas tienen más de un punto de vista, se crean diferencias de pensamiento
tanto políticas, como de vida, de enseñanza, entre otras. Los humanos como tal
somos seres diferentes, y sería ridículo que todos pensáramos de una sola
forma. El Salvador es un país que en los últimos 30 años ha tenido cambios
trascendentales en todo aspecto. Y es algo afortunado, pues si el mundo y su
forma de pensar no se desarrollaran, siguiéramos pensando que la tierra es
cuadrada, que la Santa Inquisición fue correcta, que las mujeres no pueden
votar, que los afro-americanos son menos capaces que los blancos, que el
homosexualismo es una enfermedad.
Todos tenemos el derecho de crecer, desarrollarnos como personas, el derecho a vivir sin ser juzgados por ser quien somos y a quien amamos. Pero lamentablemente vivimos en una etapa en la que estamos lidiando con una doble moralidad, en la que si un niño muere de hambre, no nos importa, pero si hay dos personas del mismo sexo demostrando su amor nos ofende, nos insulta y lo catalogamos como enfermizo e incorrecto.
Me enseñaron en la iglesia, que robar y matar es malo. Me
enseñaron que la homosexualidad era una abominación; me enseñaron que solo Dios
puede juzgar y me ensañaron que Jesús nos amaba a todos por igual. Aprendí que
en el mundo hay diferentes religiones. Luego leí historia y supe que las
religiones y las personas intolerantes y sin respeto hacia los demás han
causado guerras y han matado a inocentes por pensar y ser diferentes. Pero
nunca me enseñaron que amar es incorrecto.
Me enseñaron a no juzgar, y también a analizar, y a saber qué es correcto y no es correcto. Me enseñaron valores y también a respetar a los demás cualquiera fuera su condición física, su religión, su color, su preferencia política. Aprendí que las sociedades crecen y evolucionan, pero sé que el respeto por cualquier persona es vital para poder vivir en paz y es la base de cualquier sociedad.
Mi generación es diferente, espero que lo sepan. Esta generación
es el presente y el futuro. Tenemos una mente abierta a los cambios, a las
personas y las diferentes formas de pensar; hemos aprendido a ver la esencia de
las cosas, luchamos por no juzgar a nadie y hemos aprendido que el amor no discrimina. Para mantener el impulso de cambio que lleva esta generación,
tenemos que poner especial cuidado a este aspecto: el respeto de los demás, la
no discriminación y el cambio de paradigmas de lo que es o no es “normal”. Estamos sumidos en una
doble moral en la que 12 homicidios diarios nos parece un hecho normal y sin
mayor importancia, pero una pareja homosexual causa escándalo.
Muchas personas se han pronunciado últimamente, han dado su punto
de vista y dicho que la homosexualidad es una enfermedad, y que estamos
luchando por mantener los valores morales que rigen nuestra sociedad. Creo que
todos sabemos que el país aún sigue y seguirá creciendo, y me parece correcto
que las personas defiendan su forma de pensar de las formas que quieran,
simplemente cuando esté en el marco del respeto mutuo. Ninguna persona piensa
igual. Me parece ridículo y arcaico que en los centros comerciales echen a
personas del mismo sexo por demostrar su afecto. Creo que está mal juzgar y
tildar algo como incorrecto, malo e inmoral, porque no lo entendemos. Las
sociedades cambian, y lo que ahora es considerado polémica por unos, será
normal en poco tiempo. Nuestra sociedad y nuestra generación no es la misma de
antes. Incorrecto es discriminar, matar a personas, y juzgar solo porque no son
como nosotros. El respeto es el valor que no tenemos que olvidar.
- Mario Guevara -